¿debo soltar los siluros que pesco?
Como pescadores que practicamos la modalidad de captura & suelta, más de uno nos habremos preguntado esto alguna vez. Y entrando más a fondo en la cuestión nos damos cuenta que entran en juego muchos factores, principios y razones irrefutables para tomar una decisión u otra a la hora de soltar o sacrificar un siluro. Pero tratando de ser objetivo en el asunto creo que podríamos decir que el “¿debo devolver un siluro al agua?” se convierte en una pregunta retórica en la que la respuesta es claramente “no”.
Realmente es un tema bastante polémico este de sacrificar un pez simplemente por culpa de un error humano pero hoy en día los valores no han cambiado y se sigue pensando que “no importan los medios, sino el fin”. Por ello, analizaremos las distintas opiniones de los pescadores y trataremos de dar un poco de luz al asunto.
El siluro fue introducido en España en el río Segre, alrededor de 1974, de forma ilegal, con 32 individuos juveniles. Debido a su gran capacidad de adaptación y reproducción (30.000 huevos por kg de peso) su erradicación se ha convertido en “casi imposible”. Su introducción debido a fines deportivos, económicos o gastronómicos se ha convertido en una pesadilla para las administraciones, muchos pescadores deportivos y para la biodiversidad de nuestros ríos y embalses; sin embargo muchos otros pescadores deportivos que se dedican a su pesca lo defienden y no consideran su erradicación una opción.
Entre el colectivo que defiende el siluro se alegan razones tales como que es un pez deportivo que da grandes satisfacciones por su lucha y gran tamaño, que su carne es de gran valor gastronómico ya que es blanca, con apenas espinas y un buen sabor, y que mueve bastante dinero en el sector de la pesca deportiva. Afirman que puede convivir con otras especies, pues ya se ha dado el caso en muchos otros sitios, un claro ejemplo en España es el embalse de Mequinenza.
Pero en contraposición, otro colectivo que alberga entre ellos a muchos pescadores deportivos y la propia administración, afirman que es un pez altamente voraz capaz de comer diariamente su propio peso en alimento y considerando el gran tamaño que pueden alcanzar ejemplares adultos aquí en España (2 metros y 100 kg) son un gran problema. Añaden que su capacidad de reproducción hace que su expansión y adaptación sea mucho más rápida que la de otras especies por lo que las termina desplazando de sus hábitats y llegando en algunos casos a extinguirlas como ha ocurrido en el cauce medio del río Ebro. Afirman que es una especie alóctona invasora, por lo que hay que proteger a las autóctonas primero y que no es un pez tan deportivo como otros aseguran púes su lucha se limita a pequeños tirones ayudado de su gran tamaño. Dicen que incluso un ejemplar del mismo peso que una carpa o un barbo lucha ¼ parte que estos últimos.
Desde que se tuvo constancia de su introducción en España se le ha intentado erradicar de nuestras aguas sin resultado y a pesar de los medios puestos por las autoridades competentes, actualmente continúa expandiéndose por nuestros ríos y embalses. Como medida previsora en Castilla- La Mancha fue considerado especie exótica invasora en el 2009. El 14 de Noviembre del 2011 fue aprobado el real decreto 1628/2011 estando prohibida en España su introducción en el medio natural, posesión, transporte, tráfico y comercio.
A pesar de todo esto muchos pescadores no consideran ético el sacrificar un pez que les ha dado tantas satisfacciones pescándolo y que no tiene culpa de los errores de algunos desaprensivos que lo introdujeron pero……. ¿que sería lo más correcto para este caso en concreto? ¿debemos extrapolar este caso al de otras especies piscícolas alóctonas? ¿seríamos hipócritas si queremos erradicar el siluro pero defendemos otras especies como el blackbass y el lucio? ¿ somos capaces de matar un siluro pero no un blackbass o un lucio? ¿alguien que practica el Captura & Suelta no lo hace con los siluros? ¿puede el siluro crearnos un conflicto de principios?
Yo sinceramente no soy un pescador habitual de siluros pero si es cierto que alguno he sacado y siempre me surgía la misma duda ¿lo suelto? ¿lo sacrifico?. En más de una ocasión me he apoyado en algún compañero de pesca para tomar una decisión sobre el destino de dicho pez, pues necesitaba “la aprobación” de alguien para soltarlo y quedarme a gusto con lo decidido pero si he de decir la verdad a día de hoy sigo sin tener claro lo que hacer pues a pesar de que mi conciencia me dice que debería sacrificarlo, mis principios como pescador de Captura & Suelta me dicen lo contrario. Debido a esto decidí que no volvería a pescar siluros y de esa forma no volvería a tener ese conflicto de pensamientos. Ahora en vuestras manos dejo si debéis ser objetivos con el asunto o preferís dejaros llevar por vuestros principios.
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